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Predica: "La oración de Jabes"

martes, 29 de septiembre de 2009

LA ORACIÓN DE JABES

Texto bíblico: 1 Crónicas 4:9 y 10.

§ Es probable que haya sido un descendiente de los Ceneos que luego fue incorporado a la tribu de Judá (Jueces 1:16; 4:11). Por lo tanto, inicialmente él no pertenecía al pueblo de Dios. Utilizando las palabras que Pablo escribió en
Efesios 2:12 Entonces ustedes no tenían a Cristo y estaban excluidos de la comunidad de Israel, ajenos a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
podemos decir que Jabes estaba alejado de la ciudadanía de Israel y ajeno a los pactos de la promesa, pero el favor y la misericordia de Dios se extendió hacia su vida.

§ Jabes invoca al Dios de Israel. Esto confirma el pensamiento de que como extranjero él se había unido a la nación de Dios y había hallado refugio en el Dios de Israel, tal como en tiempos anteriores lo habían hecho Rahab y Ruth.
§ La historia de Jabes comienza con dolor y tristeza. Su madre le había dado el nombre de Jabes (=que causa dolor), debido a que ella lo había dado a luz con mucho sufrimiento. En la antigüedad, el nombre de la persona tenia que ver con la identidad de la misma, en este caso Jabes no tuvo un buen comienzo, estaba destinado a una vida de dolor y sufrimiento, pero al buscar a Dios en oración su vida cambio y Dios le concedió todo lo que pidio.
§ Aunque Jabes fue un hijo nacido del dolor, él fue prominente entre sus hermanos. Leemos que incluso fue más ilustre que sus hermanos (v. 9 a). Esto nos habla de su total dependencia, búsqueda, entrega y fe en Dios.
§ Tal vez su nombre o las experiencias de la vida sean sinónimo de dolor para usted; tal vez sienta que está en desventaja y que no merece nada de Dios por cosas que le ocurrieron, hoy es el día de cambiar esa mentalidad y buscar a DIOS de todo corazón, la naturaleza de Dios es bendecir, prosperar, desear lo mejor (Éxodo 34:6; Jeremias 29:11)
Veamos mas detenidamente la oración que hizo Jabes.
1 CRÓNICAS 4:10 “E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”

La primera parte es: "¡Oh, si me dieras bendición...!" Jabes reconocía que el Dios de Israel al que él estaba invocando era la Fuente de toda bendición.
La palabra bendecir “baruch” significa “autorizar para prosperar”. Bendecir es impartir un favor sobrenatural.
Proverbios 10:22) – “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”.
(Mateo 7:7) – “Pedid, y se os dará, buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Quiero compartirles cuatro áreas en las que el Señor quiere bendecirnos.
El Señor quiere bendecirnos en el área espiritual. Efesios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
El Señor quiere bendecirnos en el aérea de nuestra salud. Salmos 103:3 dice: El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.
El Señor quiere bendecirnos en el área de nuestra familia.
El Señor quiere bendecirnos en el área economica.
“¡Oh, si ensancharas mi territorio! *tu negocio, *u trabajo,*su ministerio, es el territorio que Dios le ha confiado. Isaías 54:2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 54:3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
C. “Oh, si tu mano estuviera conmigo!” En tercer lugar, Jabes le ruega a Dios: "...y si tu mano estuviera conmigo..." Él no confiaba en sus propias fuerzas ni en su conocimiento, sino que descansaba en la ayuda y la guía de Dios y ese es el secreto para atravesar pruebas, dificultades y salir adelante dependiendo absolutamente de la mano de Dios. “La mano de Dios” simboliza tres cosa, El Poder de Dios, Su Presencia y su Cobertura y protección. El éxito de la iglesia primitiva estaba residía en que “la mano del Señor estaba con ellos”
(Hechos 11:21).
D. “Oh, si me guardaras del mal!” Es la cuarta parte de la oración de Jabes. Esta expresión puede interpretarse de dos maneras: *el mal como pecado o *el mal como algo que nos daña, por ejemplo, algo adverso.
§ Los triunfos traen por consiguiente mayores oportunidades de fracaso.
§ Los triunfos y logros nos dejan expuestos a la presunción de que todo va a seguir bien y a la autosuficiencia.
§ El mayor peligro no está al borde del precipicio, sino el no estar alerta.
§ La única cosa que puede romper el ciclo de vida abundante es el pecado. El pecado interrumpe el flujo de la bendición de Dios.
E. Para que no me dañe" o "para que no me cause dolor" (V.M). Es muy triste que las personas cedan al mal y luego sean traspasadas con muchos dolores (1.ª Timoteo 6:10). El Señor desea protegernos de todo esto, pero debemos caminar con Él.


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